El éxtasis místico del mundo onírico
Éter abre un portal cósmico que nos transporta a otro estado de conciencia, con elementos surrealistas totalmente eclécticos que describen la inmensidad del universo que habita en nuestro propio ser. Estos sueños tan vívidos con percepciones alucinatorias no son más que una conexión entre nuestra
existencia y el plano astral, un éxtasis místico que abre camino y se expande hacia el inconsciente.